Ante el escenario actual, y la nueva normalidad es muy importante el establecimiento de protocolos seguros basados en políticas bien definidas en los que tanto el personal que ofrece el servicio como los receptores del mismo, puedan ser monitoreados de manera rápida y efectiva, con el objetivo del buen funcionamiento de la institución. Hemos constatado con nuestra experiencia, que el uso de pruebas rápidas (en el momento apropiado), puede ayudar a validar el contagio en empleados disminuyendo al máximo el costo por ausentismo no validado, y al mismo tiempo de disminuir la posibilidad de contagio entre las personas que interactuan en una organización haciendo las preguntas correctas y tomando desiciones en el momento adecuado, y asi no comprometer el futuro de la organización. Con pruebas rápidas debidamente aplicadas en tiempo y forma podemos tomar desiciones con un 97% de efectividad a costos muy accesibles.