¿Comer un alimento específico o seguir una dieta en particular puede ayudar a prevenir o retrasar la demencia causada por la enfermedad de Alzheimer? Muchos estudios sugieren que lo que comemos afecta la capacidad de pensar y recordar del cerebro que envejece. Estos hallazgos han llevado a la investigación sobre los patrones generales de alimentación y si podrían hacer una diferencia.
La dieta mediterránea
La dieta MIND relacionada (que incluye elementos diseñados para reducir la presión arterial) y otros patrones de alimentación saludable se han asociado con beneficios cognitivos en estudios, aunque la evidencia no es tan sólida como lo es para otras intervenciones como la actividad física, la presión arterial y el entrenamiento cognitivo. Actualmente, los enfermeros e investigadores están probando más rigurosamente estas dietas para ver si pueden prevenir o retrasar la enfermedad de Alzheimer o el deterioro cognitivo relacionado con la edad, especialmente con pacientes de enfermeras a domicilio que tratan a diario con la enfermedad.
Dieta y riesgo de demencia
Los cambios en el cerebro pueden ocurrir años antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer, de hecho, (11.3 %) de la población de 65 años o más padece demencia de tipo alzhéimer en Monterrey y su área metropolitana. Estos cambios cerebrales tempranos sugieren una posible ventana de oportunidad para prevenir o retrasar los síntomas de la demencia, lo cual requeriría hasta de enfermeras a domicilio. Los científicos están buscando muchas formas posibles de hacer esto, incluidos medicamentos, cambios en el estilo de vida y combinaciones de estas intervenciones. A diferencia de otros factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer que no podemos cambiar, como la edad y la genética, las personas pueden controlar sus opciones de estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y el entrenamiento cognitivo.
¿Cómo podría lo que comemos afectar nuestro cerebro?
Es posible que comer cierta dieta afecte los mecanismos biológicos, como el estrés oxidativo y la inflamación, que subyacen al Alzheimer. O tal vez la dieta funciona indirectamente al afectar otros factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, como la diabetes, la obesidad y las enfermedades del corazón que podría ser un riesgo con precauciones muy grandes como ir constantemente al médico o tener cuidadoras a domicilio. Una nueva vía de investigación se centra en la relación entre los microbios intestinales (organismos diminutos en el sistema digestivo) y los procesos relacionados con el envejecimiento que conducen a la enfermedad de Alzheimer.
Ingredientes de la Dieta MIND
La dieta MIND se centra en alimentos de origen vegetal relacionados con la prevención de la demencia. Alienta a comer de 10 grupos de alimentos saludables:
- Vegetales de hojas verdes, al menos 6 porciones por semana
- Otras verduras, al menos 1 ración/día
- Bayas, al menos 2 porciones/semana
- Cereales integrales, al menos 3 porciones/día
- Pescado, 1 ración/semana
- Aves, 2 raciones/semana
- Frijoles, 3 porciones/semana
- Frutos secos, 5 raciones/semana
- Vino, 1 copa/día*
- Aceite de oliva
La dieta MIND limita las porciones de carne roja, dulces, queso, mantequilla/margarina y comida rápida/frita.
*No exceder el uso permitido de alcohol*
La evidencia que respalda la dieta MIND proviene de estudios observacionales de más de 900 adultos mayores sin demencia, que encontraron que seguir de cerca la dieta MIND se asoció con un riesgo reducido de enfermedad de Alzheimer y una tasa más lenta de deterioro cognitivo.
Además, la dieta mediterránea podría aumentar los nutrientes específicos que pueden proteger el cerebro a través de propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. También puede inhibir los depósitos de beta-amiloide, que se encuentran en el cerebro de las personas con Alzheimer o mejorar el metabolismo celular de manera que protege contra la enfermedad.